Música en tierra maya

 

Música en tierra maya.

Aprender a tocar un instrumento musical para salir adelante en la vida, es lo que sucede en algunos pueblos de Yucatán. Leer el articulo y ver la video.

 

 

 

 

 

 

 

 

 



José Luis Chan Sabido, un apasionado de la música, es violinista. A los 11 años de edad toca en la Orquesta Sinfónica de Yucatán, y a los 17 forma parte de la Orquesta Sinfónica de Xalapa. A los 19 años obtiene une beca de un año para estudiar en Viena. A los 20 gana un concurso para integrar la Orchesta Sinfónica de Baden, y luego seguirá una carrera musical de una veintena de años, principalmente en Austria y en España, durante la cual fue, entre otras cosas, director artístico del Festival Internacional de Música Sacra, en Ceret, Francia. Hace cinco años, el maestro decidió regresar a Mérida con su esposa, la pianista Dora Isabel Flores, y sus dos hijas. Actualmente es director del Sistema Estatal de Orquestas Juveniles de Yucatán. Aprender a tocar un instrumento musical para salir adelante en la vida, es lo que sucede en algunos pueblos de Yucatán. José Luis tuvo a bien responder algunas preguntas después de la inauguración de la escuela de música de Timucuy, en junio de 2010, para explicarnos la importancia de esta iniciativa, que va más allá de la enseñanza de la música.

El maestro José Luis Chan y los niños de Timucuy. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 




Buenos días José Luis, después de una carrera de 20 años en Europa, ¿por qué regresar a Mérida?
A los 19 años, cuando tuve el privilegio de obtener la beca para estudiar en Europa, me prometí que un día regresaría a esta tierra que me vio nacer, y que quiero mucho, para tratar de retransmitir lo que había tenido la suerte de aprender en el extranjero. Hace cinco años, durante un viaje a Yucatán con mi familia, sentí que había llegado el momento de cumplir con la promesa que me había yo hecho.

Usted es director del Sistema Estatal de Orquestas Juveniles de Yucatán, ¿nos podría explicar en qué consiste este proyecto?
Enseñamos música a niños mayas de medios desfavorecidos. Esta enseñanza no tiene el objetivo de convertir a los niños en músicos. Es un proyecto social. Estos niños viven en un medio particularmente desfavorecido y todos los días se enfrentan a problemas económicos, familiares y colectivos que engendran violencia, alcoholismo y problemas de drogadicción. Son niños que no tienen prácticamente ninguna esperanza de salir de ese medio y tienen grandes posibilidades de que, ya adultos, reproduzcan este mismo esquema.

Los niños de Timucuy: los más chicos. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


¿Y cómo los ayuda la música?
La musica es el medio para llegar a estos niños, y la enseñanza de la música con sus reglas y su disciplina les da la posibilidad de salir de su condición al proporcionarles autoestima y valores que le servirán en el futuro.
Gracias a esta formación musical aprenderán la puntualidad, la constancia, el trabajo en equipo, la disciplina de ensayar en su casa. También se les da la responsabilidad de instrumento musical que se les proporciona y que, en la mayor parte de los casos, cuesta mucho más que los bienes de su familia o incluso que su propia casa, cuando la tienen. Es la primera vez que alguien confía en ellos, que alguien cree en ellos, y todo esto va a tener muchas repercusiones positivas en su carácter y su autoestima.
La mayor parte de esos niños no había tenido nunca ni siquiera la oportunidad de salir de su pueblo, pero ahora se encuentran con que irán a Mérida a tocar o a cantar en el contexto de un concierto; salen de su pueblo para ser los protagonistas, a los que la gente va a escuchar. Imagine el impacto de esto sobre su carácter y su vida.

El maestro José Luis Chan y los niños de Timucuy. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


¿Cómo nació esta iniciativa ?
Nos inspiramos en un proyecto similar que comenzó José Antonio Abreu en Venezuela hace 35 años: el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela . Actualmente, 300,000 niños ya se han beneficiado de este proyecto socio-musical en este país.
El gobierno del estado de Yucatán, por medio del Instituto de Cultura creó en 2008 el Sistema Estatal de Orquestas Juveniles de Yucatán . Este sistema incluye una orquesta que sirve de modelo, la Orquesta Sinfónica Juvenil de Yucatán Daniel Ayala Pérez, de la que soy director; está formada de 50 jóvenes músicos, de los cuales 18 son también los profesores de música de los niños del Eistema estatal de Orquestas Juveniles. Esta formación musical comenzó hace casi dos años; 350 niños asisten a los cursos en cuatro lugares de Yucatán hasta el momento. Los centros de Motul e Izamal están bajo la dirección de Jonathan Renteria Valdes, y los centros de Mérida y Timucuy son dirigidos por mi esposa, Dora Isabel Flores Pale, quien es pianista. Durante todo el año organizamos numerosos conciertos con la Orquesta Sinfónica Juvenil y los niños, y con frecuencia recibimos artistas invitados. El 21 de diciembre próximo, a las 18h00, en el teatro Mérida, todos los niños del sistema estatal de orquestas juveniles cantarán, acompañados por la Orquesta Sinfónica Juvenil, una cantata de Navidad, "El mejor regalo".
Después de cuatro años de formación colectiva, los jóvenes más diestros podrán considerar una enseñanza musical más formal en Mérida, los otros habrán aprendido el sentido del esfuerzo, de la responsabilidad, del trabajo, y tendrán en las manos un precioso activo para su vida futura.

Los niños de Timucuy: los más grandes. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 




¿Qué esperanzas tiene a dos años de haber comenzado el proyecto?
Desarrollarlo en otros pueblos de Yucatán para que más niños de los medios desfavorecidos puedan aprovecharlo, y también darlo a conocer para recibir más apoyos. Una amiga violinista de Barcelona, Dorothea Biehler, reúne cada año cierta suma de dinero con la que compra accesorios en Europa y los envía en diciembre a los niños de Timucuy. Un hermoso regalo de Navidad para estos niños, y también un mensaje de solidaridad.

Gracias José Luis por haber concedido un poco de su tiempo para hablarnos de esta excelente iniciativa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 




Conocí al maestro José Luis Chan por medio de su esposa, Dora Isabel Flores.
Dori, quien habla francés y está enamorada de Francia y todo lo relativo a ella, recibe las invitaciones de QdN cada mes desde hace ahora tres años. No nos conocíamos, pero todos los meses Dori me enviaba algunas palabras amables; le habría gustado asistir, pero no podrá, por un concierto, por un ensayo, lo lamentaba. Y luego un día, finalmente, Dori llegó a una velada de QdN, en enero de 2010, acompañada de su hija, y fue la amistad instantánea entre nosotros. Pero es imposible no apreciar a Dori, ya que irradia felicidad, amabilidad, entusiasmo y don de gentes. Entre otras cosas, para su formación como pianista, hizo estudios de iniciación musical infantil, y durante su estancia en España fundó una escuela de música en La Jonquera, pequeño pueblo de Cataluña, cerca de la frontera con Francia. Ella me había hablado de este proyecto de música en tierra maya y de su trabajo; Dori es la responsable de los centros de Timucuy y de Mérida. La idea de darles a los niños los medios para tener la posibilidad de construir su porvenir me pareció excelente. Y espero que este artículo la haga del conocimiento de muchas personas.
En junio Dori me invitó a la inauguración del local de Timucuy, un pequeño pueblo de 3,600 personas al sur de Mérida, y pude ver sobre el terreno la dedicación de José Luis, de Dori y de todos los que cooperan en ese programa, todos con el mismo fervor, el mismo entusiasmo. Como dice el maestro José Luis Chan, ellos no tienen horarios. Y su recompensa es ver los cambios en el comportamiento de los niños. Son menos tímidos, se atreven a expresarse, a tomar iniciativas, algunos deciden seguir estudiando después de la primaria cuando antes querían abandonar los estudios. Los beneficios de este proyecto van todavía más lejos hace sentirse orgullosos a los padres y crear solidaridad entre los miembros de los pueblos incluidos en programa.

Esta posibilidad de aprender a tocar un instrumento y de formar parte de una orquesta sinfónica es como un sueño para estos niños de familias de bajos recursos económicos, y les hace percibir que con trabajo y perseverancia pueden aspirar a una vida mejor. Pero para darse cuenta de todo el alcance de una iniciativa como ésta nada mejor que ver el video en el cual una niña, de Timucuy, expresa de manera tan espontánea el gozo y la esperanza que esta formación le da... mire esas imágenes, y bravo para todos los que participan en este esfuerzo.

Artículo y fotos : Martine Bordi, diciembre 2010.
Las fotos fueron tomadas durante la inauguración del local de Timucuy del sistema estatal de orquestas juveniles de Yucatán, en junio de 2010.

Los niños llegan a su curso de música a pie, en moto o en triciclo…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

"Gran oportunidad", articulo Por Esto. 

 

José Luis Chan et Dora Isabel Flores 

 

 

 

 

 

 

 

 

Commentaires (1)

1. CARLOS DIAZ MONTES 29/10/2014

felicidades y gracias por darles oportunidades de vida a los niños, excelente trabajo de Mexicanos y enfáticamente de Yucatecos.

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